Las personas de negro

La mayoría de los hombres en el Cáucaso Sur se viste de negro.
Quizás eso no es tan curioso si se asume que este es un color clásico, que no pasa de moda y que le sienta bien a casi todas las personas. Mal que mal todos usamos negro para vestirnos.

Lo diferente en este caso, es que la vestimenta negra en el Cáucaso tiene una doble explicación, que trasciende la moda y por eso es tan interesante de analizar.

Si tomamos en cuenta el hecho de que durante los noventa estos países no tenían agua potable asegurada y tampoco productos en forma ilimitada, como detergentes o jabones, y, más aún, ni siquiera suficiente dinero como para poder comprar ropa, comienza a cobrar sentido el hecho de que su única prenda de vestir sea un terno y zapatos negros en punta. La gente allá nos comentó que con esto se aseguraban el no lavar las prendas frecuentemente, ya que la suciedad no se notaba tanto. Además, como se trataba de pantalón y chaqueta, era funcional para situaciones tanto formales como informales. Al menos así lo creían ellos.

Pese a que el poder adquisitivo de las personas en estos países no ha mejorado sustancialmente, una creciente liberalización económica, tras la caída de la URSS, ha hecho que las capitales de estas naciones se cubran de tiendas como Adidas, Nike, Louis Vuitton, entre otras, ampliando la oferta de la moda. Los que pueden, han tendido a dejar de lado sus antiguos vestidos negros y si bien pueden comprar sólo unas pocas prendas cada año, lucen orgullosos sus poleras Gucci o Tommy Hilfiger. Las mujeres llevan la delantera, y pese a que a muchas se las puede ver con la misma tenida por varios días seguidos, se han desligado del negro funcional.

Sin embargo, hay personas que se niegan a dejar el negro de lado. El negro uniforma, homogeniza y las personas se sienten parte de una masa en que todos se reconocen como iguales. El régimen soviético, que dominó las mentes de estas personas, se palpa en cosas como éstas.

En los países del Cáucaso las personas de negro representan el legado de una época que caló tan profundo que provoca que 15 ó 16 años sea muy poco tiempo para sacudirse de ella. E incluso más, hay gente que no quiere olvidarse de esa época, la recuerdan y defienden, añorándola como un pasado bastante mejor que el de ahora.

Los colores afloran tímidos en las calles de estos países, y es un signo de que las cosas se comienzan a ver con matices y no desde una perspectiva de blancos y negros. Los jóvenes son los llamados a comenzar este movimiento, sin embargo, ellos idealizan Occidente y los procesos que se viven o vivieron en esta parte del mundo, lo cual puede resultar muy perjudicial si partimos de la base que ni la democracia ni el libre mercado son recetas únicas e irrepetibles, y es necesario que se adapten y adopten con los bemoles correspondientes a cada realidad. Incluso más, puede que haya realidades que simplemente no necesiten de estos modelos para su desarrollo.

Por Nando.

Adiós 2007

Se fue el 2007. Un año que pasó demasiado rápido a mí parecer…aunque no es idea mía no más, ya que varias personas me han comentado lo mismo.

Igual hay que decirlo, síntoma del paso de los años es que cada vez el tiempo se pase más rápido; pero ésa es otra discusión y puede ser media depresiva, así que mejor ahora no.

El 2007 se fue rápido…eso estaba diciendo. Y lo comento porque pese a que fue un completo año de trabajo, con sus 365 días, sus 52 semanas, sus 12 meses, Proyecto Cáucaso no ve la luz.

El público impaciente, viendo que termina el año, se pregunta… ¿y?, ¿cuándo vamos a ver algo?, ¿en qué están?, ¿cómo va el proyecto?

Por esa razón queríamos contarles en qué estamos.

El programa de TV va más avanzado que el documental, sobre todo porque la lógica de realización del primero es más fluida que la del segundo. El ritmo de los personajes, la profundidad de las historias, y el hilo narrativo del documental sin duda nos han ocupado más horas de trabajo.

Quería contarles que además estamos buscando oportunidades para vender Proyecto Cáucaso fuera de Chile. Creemos que la visión que da, tanto el programa de TV como el documental, es interesante para una audiencia internacional.

Así, hemos tenido que trabajar versiones en español y en inglés.

Pero Proyecto Cáucaso va en buen camino, eso es lo importante. Estamos satisfechos con los avances hasta ahora, como los resultados de la exposición fotográfica -el primer acercamiento a los resultados del Proyecto que tuvo la gente-, en que la respuesta del público fue súper positiva.

Ahora que termina el año nos gustaría agradecer el apoyo que nos dieron durante todo el 2007. El apoyo en las actividades que realizamos para juntar fondos: las fiestas y el concierto de guitarra clásica; el apoyo y la participación en la exposición fotográfica y el apoyo a través de los mensajes que nos han dejado en el blog.

A todos los que forman parte de la red de Proyecto Cáucaso, les queremos desear una muy Feliz Navidad, y que el próximo año 2008 sea exitoso y feliz. Nosotros lo esperamos con ansias, ya que será el año que verá estrenar Proyecto Cáucaso, el documental y la serie de TV.

Hasta entonces.

Por Cata

La soledad

Leyendo lo que escribió Cristóbal la semana pasada me quedó dando vueltas el tema de la soledad hacia la que a pasos agigantados parece que vamos avanzando. La humanidad completa. Todos. Sin darnos cuenta.

En esa búsqueda por diferenciarnos y separarnos y distanciarnos vamos perdiendo aquello que nos convierte en humanos, lo que nos constituye en sociedad. Separándonos y poniendo fronteras entre nosotros y los demás vamos rompiendo esa relación que debe darse entre todos para poder hacernos sociedad. Esa que se forma con el diálogo con otros, diálogo que se enriquece con la diferencia, con la pluralidad, con las distintas gamas de colores.

Pero nos alejamos. Sin darnos cuenta. Porque esa distancia no se pone sólo consciente. También se da cuando no miramos al otro, cuando le hablamos sólo porque lo necesitamos. Convirtiéndose la relación en utilitaria -hasta cierto punto.

¿A qué viene todo esto? pueden estarse preguntando.

Viene a que hoy abrí mi correo y tenía un mensaje de un amigo que nos hicimos allá. Era un saludo para saber cómo estábamos, qué se contaba. Y mientras leía me cayó la teja: ¡nunca le había escrito!, desde que volvimos no le había escrito nada de nada. Y me sentí pésimo, porque fue una muy buena ayuda mientras estuvimos allá. Nos llevaba a pasear, nos llamaba casi todos los días para saber de nosotros, nos presentó a su familia. Y yo simplemente lo borré de mi cabeza cuando llegué a Santiago.

Y eso es algo que no puede pasar. Porque no está bien. Y me pongo como tarea desde hoy en adelante no volver a hacerlo. No dejar para otro momento el contacto con la gente. "People matters" escuché en una serie de esas a las que soy adicta, y como importan, como uno mismo se siente importante, es tarea de cada uno no olvidarnos del resto. Y al no olvidarnos, al no olvidarme, podemos poner un pequeño grano para no quedarnos solos, para aumentar la interconexión, para que la globalización sea eso realmente y no dejemos de ser humanos.

Ahora mismo respondo el mail.


por Pola

De Kosovo, el Cáucaso y nuestra soledad

Los que han estado al tanto de la actualidad internacional, sabrán que mañana 10 de diciembre se marca un hito en el largo proceso de búsqueda de una solución mediada al conflicto que vive una pequeña porción de tierra situada en el corazón de los Balcanes, y que pasó en sólo un par de años del anonimato internacional a una fama bastante trágica: Kosovo. Mañana se agota el plazo por el cual la UE, Estados Unidos y Rusia intentaron acercar a las partes en disputa y lograr una solución que intentara dejarlos conformes.
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No se pudo.
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Y de aquí a unos meses, probablemente los kosovares, que hasta hoy forman parte de Serbia, declaren unilateralmente su independencia.
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Serbia no estará muy contenta.
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Rusia, aliada histórica de sus hermanos eslavos del sur, tampoco.
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La ONU no saltará de alegría. La misión que encabezaba el finés Martti Ahtisaari no pudo conciliar a las partes, y el organismo internacional una vez más no saca cuentas alegres en sus esfuerzos por solucionar dentro de cauces diplomáticos e institucionales un conflicto regional que causó miles de víctimas. Ahtisaari proponía algo así como una independencia gradual, pero Serbia jamás apoyó esa medida, pues lo máximo que estaban dispuestos a ceder era a otorgar altos grados de autonomía a esa provincia, su provincia, de mayoría albanesa.
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Los kosovares, por otro lado, jamás aceptaron algo que no fuere una independencia total de su disputada región.
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Estados Unidos y otras naciones occidentales, sobre todo de la Unión Europea, sonríen, aunque sólo discretamente, pues a fin de cuentas estaban por culminar con la independencia de Kosovo.
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¿Qué pasará después de mañana? No lo sabemos.
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Pero, ¿a qué va una reflexión sobre una región de los Balcanes en un blog sobre el Cáucaso?
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No, no es confusión (por cierto, muchísima gente piensa que el Cáucaso y los Balcanes son lo mismo). Lo que ocurre es que lo que está pasando hoy en los Balcanes puede afectar directamente la estabilidad del polvorín caucásico.
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Como acertadamente lo recoge la última edición del Economist, el Cáucaso Sur (Armenia, Azerbaiyán y Georgia) está plagada de regiones separatistas que podrían ver lo que pasa en la ex Yugoslavia como un muy conveniente antecedente. Abjasia y Osetia del Sur (dentro de Georgia), y Nagorno Karabagh (en Azerbaiyán, pero actualmente bajo dominio armenio tras la guerra que enfrentó a estos dos países en los años 90), son ejemplos de zonas que podrían en un futuro cercano, clamar por un trato similar al de Kosovo.
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Bajo cierta perspectiva, estas regiones tienen algunas características similares a las de Kosovo: territorios habitados por un pueblo o una etnia distinta a la que los gobierna: los kosovares en Serbia, los armenios de Nagorno Karabagh en Azerbaiyán, los osetios en Georgia, etc.
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Un referente como Kosovo, no pasará desapercibido en el Cáucaso Sur. De hecho, probablemente tampoco pasará inadvertido para los chechenos que viven en Rusia, los vascos o catalanes de España, los turcos de Chipre, y suma y sigue...
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Hay miles -y en ciertos casos abismantes- diferencias entre cada uno de los ejemplos que formulo. Pero aún así, el precedente que puede ocurrir tras el desenlace de Kosovo, puede encender mechas ávidas de fuego en muchas partes del mundo.
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Zaki Laïdi, un politólogo francés, en Un Mundo sin Sentido, hablaba -citando a Freud- del "narcicismo de las pequeñas diferencias". Vivimos en una sociedad híperglobalizada, donde la comunión de intereses, la homogeneización de la cultura, y la ubicuidad de los mismo referentes, hacen que muchos se vuelvan hacia sus raíces, sus únicas, originales y exclusivas referencias. Así, los ínfimos detalles van a distinguirnos, y también a marcar las odiosidades, los intentos de separatismo, las ansias de encerrarnos entre iguales, ni siquiera entre parecidos.
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Y aquí, me pregunto, ¿si constantemente estamos buscando agruparnos entre iguales, o encontrando las diferencias con el otro (más que los puntos de encuentro), para marcar algún grado de distancia, para reconocernos en medio de esta tribu global... no llegará acaso el momento, en que el hombre, en ese impulso sin sentido de segregar, termine quedándose solo?
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¿Absolutamente solo?
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Cristóbal

Desmitificando

Uno de los comentarios que más me gustó de la exposición de fotos que recientemente presentamos en el Centro de Extensión UC, fue que se trataba de una exhibición donde se desmitificaba la zona de Cáucaso.

Antes de partir no podía negar mi temor por visitar una zona “conflictiva”, que tiene a dos países con fronteras cerradas, como son Armenia y Azerbaiyán, y otro país con un enemigo tan poderoso y activo como Georgia y su relación con Rusia.

Además, no me podía hacer el ciego frente a la conocida inestabilidad política de esta zona. Más de alguna vez pensé en la posibilidad de que estando allá estallara algún conflicto. De hecho casi ocurre en Georgia, cuando en octubre del año pasado, semanas antes que llegáramos a ese país, se descubrió a espías rusos en Tbilisi. Eso sí, no fue nada cercano a la situación que vive actualmente Georgia, en que las reiteradas acusaciones de corrupción hicieron que las protestas ciudadanas se volvieran casi incontrolables y de mucha violencia para casi derrocar al actual gobierno. Aparte de esto se me apretaba un poco el estómago cuando pensaba que tendríamos que grabar y tomar fotografías en Azerbaiyán, donde un dictadura controla cada movimiento ciudadano.

Con todos estos temores y ansias, pero también con cierta ingenuidad y confianza, partimos a ver con nuestros propios ojos esta zona cargada de mitos y prejuicios.

Haber comenzado por Armenia fue una decisión que agradecí bastante, ya que al no ser un país completamente controlado por el poder central, nos permitió gradualmente acostumbrarnos a la manera en que se tenía que trabajar haciendo periodismo en la región. Se cautos y parecer turistas fue una de las premisas que tratamos de mantener todo el viaje.

Gracias a la diáspora, Armenia recibe una gran influencia de todas partes del mundo, de hecho no nos fue para nada difícil encontrar gente que hablara un inglés muy fluido. Yereván, la capital, tenía todo lo que necesitas de una ciudad. De conflictos y guerras era poco lo que se escuchaba.

Curiosamente me sentía más seguro caminado por las calles de la capital armenia que en Santiago. Lo que sí sonaba, pero a nivel de declaraciones, era un fuerte resentimiento al pueblo turco.

Cuando llegamos a Tbilisi, capital de Georgia, pensé que el tema de los chechenos sería muy importante, además creí que se comentaría mucho más lo que recientemente había ocurrido con los espías rusos y que llevó a que muchos diplomáticos abandonaran el país.

Lo que encontré fue una ciudad viva donde las preocupaciones de las personas era actualizar su celular, ir de cuando en cuando a comer a uno de los dos Mac Donalds que habían, y visitar las nuevas tiendas de calle Rustaveli. Obviamente estoy ridiculizando, pero creo que sirve para comprender que nuevamente de guerras y conflictos ni hablar. El único incidente que empañó la normalidad de Georgia fue cuando me detuvieron unos militares por estar grabando en una zona que aparentemente estaba prohibido hacerlo (digo probablemente porque en ningún lado decía que no se podía).

Azerbaiyán representó quizás el lugar en donde mis aprensiones y temores pre viaje se cristalizaron en mayor medida. Como han podido ver en nuestros reportes y posts anteriores, fue en ese país donde cinco veces policías se acercaron preguntándonos qué filmábamos. Fue además el único país donde la televisión local nos hizo una entrevista estilo KGB y donde además nos quitaron una cinta por grabar en un campo de petróleo. Pese a todo esto Azerbaiyán no olía a pólvora ni nada por el estilo. Sólo petróleo y desigualdad era lo que se respiraba, pero ese podría ser el escenario de varios países en el mundo actualmente.

Donde sí estuvimos cara a cara con la guerra y el conflicto latente fue en nuestra visita Nagorno Karabagh, allí la destrucción y los recuerdos frescos de una guerra reciente rondaban por cada esquina.

Aparentemente los conflictos de estos países no están tan a la vista como en otras regiones del mundo. Las capitales al menos no dan muestra de tensiones bélicas. Parece que las dificultades se arraigan en las mentes de las personas y en una herencia soviética que pesa mucho al momento de pensarse como países independientes.

NANDO

Google Alerts

Cuando estábamos en la etapa previa al viaje al Cáucaso, cada uno del equipo se hizo cargo de uno de los países a los que iríamos. Hacerse cargo consistió en no sólo generar contactos con posibles entrevistados y producciones en terreno, sino que también consistía en monitorear las noticias de estos países.

Una buena herramienta para esto fue poner palabras claves en google alerts. Así que cada vez que surgía una noticia sobre el Cáucaso, me llegaba un mail a mi inbox avisándome.
Yo estaba a cargo de Georgia. Por lo que mis palabras en google alerts fueron Georgia, Cáucaso y Caucasus, por si surgía alguna noticia en ingles que no publicaran en español.

Desde entonces sigo recibiendo a diario noticias de Georgia pero no de los otros países, por lo que realicé el siguiente ejercicio.

Entré a la página de noticias de google y puse Armenia, Georgia y Azerbaiyán.

Quise revisar sólo los primeros 10 titulares, ya que me parece que con sólo revisar los titulares uno puede tener una idea de que esta siendo noticia en un país.
Y eso hice.

Me pareció muy interesante hacerlo, ya que no sólo me permitió saber en que estaban estos tres países del Cáucaso, sino que además confirmé las impresiones que me habían quedado de cada uno de ellos.

Vamos por parte. Por ejemplo, al poner Armenia: 3 titulares hacían referencia a un proyecto de oleoducto que se llevará a cabo en la región el cual no incluye Armenia., tres hablaban de fútbol y otro sobre la construcción de una planta nuclear.

Al poner Azerbaiyán: 6 titulares hacían referencia a economía, dos al apoyo al programa nuclear de Irán y a una alianza de colaboración entre ambos países y otro titular hablaba del petróleo.

Y finalmente, al poner Georgia: 7 noticias hacia referencia a la complicada situación política al interior del país y el resto eran sobre fútbol.

Es genial que con este simple ejercicio se puedan confirmar las características que a mi me parece tiene cada país.
De Armenia justamente me llamó la atención los pocos recursos naturales que tenía y como de cierta manera estaba aislada de la región, sin participar de los negocios del petróleo.
En Azerbaiyán no me extraña que la mayoría de las noticias sean económicas, siendo un país que creció según el Economist alrededor de 30% el año pasado. Y mientras estuvimos allá, era tema entre nuestros entrevistados el petróleo y cómo iba a manejar el país el ingreso de tanto dinero.

Y finamente Georgia. El tema de este país es la política. La gente no olvida el año 2003 y la Revolución de la Rosas, la que permitió derrocar al entonces Edward Shevardnadze e instalar a un nuevo gobierno. Hoy los mismos que lideraron la salida a la calle de la ciudadanía para derrocar lo que consideraban un gobierno antidemocrático, están viviendo revueltas en la calles, gente exigiendo la salida de su actual presidente, y aquí viene la ironía, lo acusan de poco democrático.

Bueno, fue interesante sentirle el pulso virtual al Cáucaso, a un año de haber estado ahí.
Por Cata

Reflexiones de principio de semana

"Mientras más locas las ideas, más exitosos los proyectos", me dijo el otro día una entrevistada. Alguien que sabe de proyectos exitosos.

Y me dijo que lo nuestro era una locura. Que embarcarse y partir al otro lado del mundo -o al ombligo del mundo, que es como podríamos llamar al Cáucaso si vemos el típico mapamundi- era una locura de proporciones. Entonces según sus propias palabras, también debería ser un proyecto exitosísimo.

Y lo ha sido. En términos personales y profesionales, ha sido un proyecto con el que todos hemos ganado una enormidad. Una idea que nació como sólo una leve idea, se convirtió en un proyecto hecho y derecho con patas y cuerpo y toda una filosofía detrás. Un proyecto que logró montar en tiempo récord una exposición fotográfica -con grandes dudas de parte de mucha gente-, y que logró -entre otras cosas- partir al otro lado del mundo cuando todos levantaban una ceja de duda cuando lo mencionábamos.

Pero lo hicimos.

Muchos nos han dicho que estamos locos, y que eso es lo que nos va a hacer triunfar. Que estamos dementes, absolutamente desquiciados. Un productor británico de renombre -de cuyo nombre lo logro acordarme- me dijo también que estábamos haciendo bien las cosas, que quizás nos habíamos saltado algunas etapas y que estábamos locos, pero que eso era lo primordial para triunfar

Y es súper gratificante cuando te dicen cosas así. Pero no es suficiente que nos digan esas cosas, que la gente con que hablo me diga que mientras más locos mejor, y que querer es poder. Porque, al final del día, todo se queda en lindas palabras. Nadie ha creído tanto en la locura como para financiarnos

Y no se trata de llorar por no tener los recursos. No se trata de sólo el lloriqueo por plata. Se trata de que uno quiere que crean en uno. Ver que las locuras no se quedan sólo en eso ni en el palmoteo en la espalda, sino que se convierten en algo concreto. Que no sea solamente que ese gerente de marketing que una vez nos dijo que le gustaría que sus hijos fueran como nosotros, sólo lo diga, sino que haga algo al respecto.

Hay gente que nos ha ayudado muchísimo, hemos recibido grandes ayudas para difundir y movernos y darnos a conocer, y eso ha sido enorme. Y hemos recibido el apoyo de todas nuestras familias y amigos. Pero esos desconocidos que no tienen relación con nosotros y nos felicitan, pero se quedan sólo en eso son los que me llaman la atención.

Abro el debate, a que ustedes que nos leen, ¿por qué creen que pasa? ¿Es una cualidad nacional que tenemos de palmotearnos la espalda, pero no hacer cosas concretas? ¿No conocen a nadie que quiera financiar y apoyar una locura que no es tan loca si la piensan bien?

por Pola

Se busca

Se busca joven que quiera despercudir cabezas, que no tema a no ser tomado en serio al declarase sociólogo, experto en nacionalismos y a la vez skater y fanático del vodka con sprite.

Se busca joven con convicciones, fuerte vocación de líder, y que considere que su país no está preparado para la democracia.

Se busca joven algo arrogante, dispuesto a hablar de tú a tú con el presidente de su país y capaz de renunciar a su trabajo para luchar por formar el tan manoseado concepto de "sociedad civil".

Se buscan soldados que pelean por causas que no conocen.

Se buscan jóvenes que hayan pasado días durmiendo en la calle luchando por la libertad.

Se buscan miles de personas que hayan pasado más de 2 años sin luz eléctrica.

Se buscan periodistas dispuestos a estar días sin comer para evitar que les cierren su diario.

Se buscan mujeres musulmanas que no tengan miedo de hablar y que crean firmemente en la igualdad de género.

Se buscan ex presidentes derrocados que niegan haber sido corruptos.

Se buscan corruptos que se resisten a creer que serán derrocados.

Se buscan hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas con el sueño de poner de pie a sus países, construir sociedades prósperas, pero, más que nada, felices.

¿Será difícil encontrarlos?

En Proyecto Cáucaso los encontramos.

Falta poco para que los conozcan.

Cristóbal

Los capítulos de TV

El primer hijo(a) de Proyecto Cáucaso ya vio la luz. Este lunes 5 de noviembre comienza el desarme de uno de nuestros sueños hecho realidad (la exposición de fotografías). Ya podríamos decir que Proyecto Cáucaso no es más un proyecto sino que algo concreto. Pero falta un poco para que esto sea completamente cierto.

Otro de nuestras iniciativas es el programa de televisión. Poco a poco van tomando forma los cuatro capítulos que dan vida a este nuevo hijo(a). El primer episodio es una introducción a la zona dando a conocer las principales temáticas de los tres países del Cáucaso Sur. Petróleo, guerra, identidad, religión, costumbres y desafíos se conjugan en esta primera media hora de la serie de televisión.

Los otros tres capítulos tienen temáticas específicas que son transversales a las sociedades de Armenia, Azerbaiyán y Georgia. El capitalismo y la forma en que estos países se adaptan a este nuevo modelo es lo que se pretende profundizar el primer episodio. La fractura entre las nuevas generaciones y aquellos que vivieron en la época soviética, es uno de los principales problemas que han tenido que afrontar estas sociedades y que se refleja de muy buena manera en la serie de televisión. Además este episodio nos da luces para entneder la irrupción de las grandes marcas y el cambio de mentalidad frente a una realidad donde las certezas desaparecen, pero emerge la libertad como el valor más preciado.

La democracia es el foco de otro de los capítulos. Entender que este concepto no es igual en todo el mundo y que esta lejos de ser una receta fácil de implantar, es lo que pretende indagar esta media hora de programa. Muchas veces, según ojos occidentales, creemos que el mejor sistema político es la democracia como nosotros la entendemos, sin embargo, para hacer ese tipo de sentencias se debe tener cuidado en no pasar a llevar los acervos culturales de los pueblos que en definitiva parecen tener los sistemas que les corresponden (o merecen). Un caso aparte, eso si, es Azerbaiyán ya que el factor del petróleo es muy gravitante a la hora de pensar en el sistema político que poseen; una dictadura apoyada implícitamente por las potencias occidentales.

Identidad es la temática que cierra esta saga de cuatro capítulos. Explorar en la importancia de la religión y los conflictos bélicos es un buen comienzo para entender muchas de las actitudes y formas de ver la vida de los habitantes del Cáucaso. Pese a que no tienen demasiada memoria de independencia han podido mantener sus tradiciones y culturas aún bajo el dominio de variados imperios.

Por el momento la serie tiene un nombre, pero queremos mantenerlo en reserva para que sea una sorpresa.

Seguiremos haciendo Proyecto Cáucaso, eso si pensando en que cada vez estamos más cerca de que deje de ser un proyecto.

NANDO

El armado

Como lo prometido es deuda, acá una pequeña selección de fotos. Del antes, el después, la gente, el ambiente.
Quedan pocos días, aproveche el fin de semana y vaya a darse una vuelta. Siempre es bueno aproximarse a lugares lejanos y esta es una gran forma.







Lunes 12:00


Lunes 21:00














Montando a full


Y llegó la hora





El equipo


Vayan, vayan. Hasta este lunes. Vayan, no se arrepentirán.

Exposición Fotográfica hasta el 5 de noviembre

últimos días!!!!!


Proyecto Cáucaso: Huellas tras la caída de la URSS
Centro de Extensión UC (Alameda 390)







Huellas tras la caída de la URSS - ¡ya abrió!-

Inauguramos.

Ya está abierta para que todos puedan ir a ver las fotos y conocer una pizca del Cáucaso.
Vayan, comenten, hagan todas las preguntas que se les vengan a la cabeza.

Gracias al Centro de Estudiantes de Arquitectura, y gracias a todos los que nos ayudaron a esa última hora en que necesitamos manos.

Por ahora una foto del equipo con la muestra y la gente que nos acompañó.

(foto de Roberto Arancibia)


Próximamente más fotos para que vean el antes y el después, y las fotos sociales.


Gracias a todos
Gracias totales.

Huellas tras la caída de la URSS

Tantos meses después de volver y tantas meses después de escuchar que nos preguntaran cuándo mostrábamos algo, finalmente Cáucaso muestra sus primeras imágenes.


Una de nuestras metas era traer imágenes que pudieran dar cuenta, reflejar, retratar esos países tan desconocidos. Y nos aperamos para eso. Recordamos todos nuestros estudios de fotografía y nos hicimos de una buena cámara de fotos. Al subir al avión todavía la mirábamos medio extrañados, pero a poco andar se convirtió en una buena amiga, que nos permitió traer más de 3000 fotos con nosotros.

De todo tipo de fotos, buenas, malas, personales, grupales, de las ciudades, de los paisajes, de las caras de la gente, de todo.

Después de un arduo trabajo de selección y producción ya estamos listos para mostrárselas.
A partir de este miércoles 24 de octubre y hasta el 5 de noviembre en el Centro de Extensión de la UC (Alameda 390) podrán apreciar algo de esa zona tan distante y desconocida del Cáucaso Sur.

Una pequeña muestra de las Huellas tras la caída de la URSS.

Están todos cordialmente invitados a visitar la muestra, la entrada es liberada, y las fotos permiten acercarse a Armenia, Azerbaiyán y Georgia.

Los esperamos por ahí.



Huellas tras la caída de la URSS
Centro de Extensión UC (Alameda 390)
24 octubre - 5 noviembre
Entrada liberada

Quien nos creyó

Él nos miraba con cara de incrédulo, pensando en las miles de reuniones que tenía más adelante en el día, y que sin duda eran más importantes que estar escuchando a un grupo de periodistas que parecían aún estudiantes universitarios.

Ella parecía no tomarle el peso a lo que estábamos explicándole. Divagaba mientras oía esto que para su mente no era más que un juego de niños que querían justificar una vacaciones exóticas disfrazándolas de trabajo profesional.

Para estos otros éramos un grupo de maniacos hiperventilados, planificando un proyecto a todas luces irrealizable, y que moriría apenas constatáramos que la altura de las barreras era demasiado gigantesca.

Él nos escuchó. Acostumbrado a creer en proyectos que parecen locuras, y a que un viaje de quince mil kilómetros no fuera gran cosa, se dispuso atento a oír el marco teórico sobre el cual fundábamos nuestro proyecto.

Su nombre: Armen Kouyoumdjian. Un armenio, nacido en el Líbano, con enseñanza francesa, vida profesional hecha en Inglaterra y con el corazón repartido en territorios tan lejanos como Armenia y Chile.

Armen es estratega, analista internacional, esposo de una española, periodista de afición, padre, fanático del cine y luchador incansable de la causa armenia.

Nos dio contactos de gente útil para lo que buscábamos. Nos facilitó documentación. Armen creyó en nuestro proyecto. Y más importante aún, creyó en nosotros.

Lo conocimos locuaz en una mesa en el Tavelli del Drugstore entregándonos anotaciones sobre temas que no podíamos perder de vista. Lo conocimos como un cariñoso anfitrión en su casa viñamarina mostrándonos su reducto. Lo conocimos consecuente, preocupado por las donaciones periódicas que hacía a Armenia para mantener un coro de jóvenes universitarias que hacían del canto su razón de vida.

Vehemente, no nos dejó ni sentir vergüenza cuando dijo que su apoyo a Proyecto Cáucaso era el arriendo de la que sería nuestra casa los 21 días que estuvimos en Yerevan.

Finalmente pudimos departir juntos en la capital de su país, y encontrar alguna forma de “devolverle la mano” cuando lo invitamos a comer a una verdadera picada (adecuada para nuestro presupuesto), pero que Armen disfrutó a concho, sobre todo al asegurar haber comido uno de los mejores humus de Armenia.

Ojalá Chile, y el mundo, estuviese lleno de Armens. Gente que te embala con su optimismo, gente que hace volar más alto tus locuras, y que, dentro de sus posibilidades, están ahí para darte una mano, y seguir construyendo este loco mundo con proyectos de desquiciados.

VOLGA

Luego de la seguidilla de “post de minas” este sería un “post de hombres” ¿o no?

Después de un rato te acostumbras a ver en todos lados Mercedes Benz y Ladas por las capitales de Cáucaso. Sin embargo, al principio es bastante curioso. Más aún si sumamos la presencia de los autos Volga.
El nombre lo reciben por el río más largo de Europa y que atraviesa todo el territorio ruso. Esto me hace creer que los automóviles son un muy buen reflejo de las sociedades.

Pensemos, por ejemplo, en lo que representó el “escarabajo” para la Alemania Nazi; compacto, hermético, resistente y listo para la embestida. O lo que significa la Van Caravan para los estaounidenses; un auto grande, feo, pero funcional, para nada económico y muy durable. O el Chevrolet Corsa para los chilenos; ni tan feo ni tan bonito, ni tan chico ni tan grande, económico, de repuestos barato y picador.

Los Volga que se veían por las calles de Yereván, Tbilisi y Bakú, hablan mucho de estos países postsoviéticos; un auto tosco, resistente, aperrao, orgulloso, con una prestancia exterior, pero con bastantes problemas en las terminaciones interiores, antiguo, a mal traer, de pique lento y con chóferes acalorados. Se los podía ver principalmente en colores blanco y negro y transitaban con temor a que las nuevas marcas los reemplazarán y dieran paso a la conocida modernidad.




NANDO

Matrimonio

No se por qué pero me dieron ganas de escribir sobre el matrimonio. Je.
Será otro post de mina.

Pero la verdad es que me llamó la atención el tema del matrimonio en el Cáucaso. Es bastante diferente que acá.

Por ejemplo, lo que más me llamó la atención es que los matrimonios pueden ser cualquier dia a cualquier hora: Un jueves a las 11 AM. Plop. Así es… se imaginan?
Y nosotros lo vimos. Novias llegando a la iglesia días de semana a horas insólitas. Raro.

Igual lo entretenido es que entre los tres países del Cáucaso hay diferencias. En Armenia por ejemplo, las novias son bien amerengadas. Es decir, el vestido, la decoración de los autos, todo es bastante al estilo “mi gran casamiento griego”. Nos dijeron, que las ceremonias en la iglesias pueden durar hasta tres horas!!!!

En Georgia no vimos tanto matrimonio. De hecho me llamó la atención de uno que vimos que era super sencillo. La novia estaba con un vestido color crema (para los hombres, es un tipo de blanco) y con unas flores en las manos. Había poca gente. De hecho algunos parecían haberse aburrido porque figuraban fuera del recinto. El novio igual. Bastante sencillo en su look. Una vez terminada la ceremonia vino lo freak. Una señora, que podría haber sido la tía de la novia, figuraba con unas bolsas con jugo y galletas, y comenzó a sacar las cosas y armar un improvisado ágape en una mesa… pero al interior de la iglesia!!!!

Y finalmente en Azerbaiyán pudimos observar vitrinas con ternos y vestidos de novia divertidísimos. Ternos naranjo tornasol. Humitas rosadas. Chaquetas amarillas. Plop. Todo un look de novio lo más recargado que hay.
Por el lado de las novias volvimos a encontrar el estilo merengue, pero menos mal que con el blanco tradicional y accesorios bastante normales.
Nos contaban que para los matrimonios los regalos son plata. Si. Un sobre con billete. Mal. Nos decían que el promedio para regalar y no quedar mal eran 50 dólares si eras una persona joven estudiantes. 50 dólares por cada matrimonio mínimo!!!!! Una amiga azerí nos contaba que llevaba como tres matrimonios en un mes, calculen. Decía que la gente invitaba a muchas personas … justamente por las lucas.
Auch!

Que lindo el matrimonio! je
Por Cata

Anoush

Este es un post MUY de mina.

Porque soy mina ¡y qué!

En Armenia conocimos a una amiga MUY mina. La pimera vez que Nando y Cristóbal la vieron quedaron embobados con su belleza-onda-look-todo. Y con la Cata tuvimos que coincidir en que tenían toda la razón. Anoush era una mina muy top. Era norteamericana y se había ido a trabajar de voluntaria a Armenia en una organización que se dedica a llevar armenios de todo el mundo a trabajar allá. Y después de irse un año a trabajar se quedó como directora. Y tenía ¡23 años!.

Era el tipo de mujer que se convertía inmediatamente en centro de atención, pero no era un florerito insoportable, sino que tenía razones para serlo: simpática, buena para hablar, con temas de variadas áreas. Había estudiado alguna carrera que no recuerdo y planeaba volver a EE.UU a estudiar periodismo, porque le interesaba hacer documentales y películas. Y por eso estaba siempre feliz de conversar con nosotros y ver cómo trabajábamos.

Todavía no empezaba a estudiar, pero ya había grabado un par de cortos y documentales.... y nosotros recién estábamos empezando e inventando cómo hacer todo esto que se nos ocurrió.... y ella nos pedía consejos. Me hacía sentir, a mi, que todavía me faltaba (y falta) montones como para poder empezar a dar consejos a otra gente.

Lo peor de todo (como mina) es que ella siempre andaba perfecta, ¡perfecta!, el pelo peinado a la perfección, ya fuera liso o crespo. El liso era sin ningún frizz y el crespo era con los rulos híper definidos. ¡Maldita! y nosotras que a duras penas andábamos peinadas. Y con un clóset envidiable aquí, allá y en la quebrá del ají (aunque allá, no sé qué tanto... pensando en lo ultra 80ero que era el look). Y nosotras, con nuestros disfraces de viajeras-periodistas, repitiéndonos la misma ropa y con esas parkas pistachos con las que nos veíamos como Mike Wasausky (el mono ese verde redondo de un ojo de Monster INC).

¡Maldita!

Pero era imposible odiarla, porque era muy simpática y amorosísima con nosotras y nos piropeaba y hacía sentir como si nosotras fuéramos tan minas como ella.

Es una de las decenas de personas que conocimos allá, y que se me quedó grabada. Porque me di cuenta de que me he ido olvidando de muchas cosas, muchas situaciones, lugares, pero olores, sabores siguen acompañándome. Y las personas, las caras siguen en la memoria fresca y reciente. Tratando de mantenerla viva con mails y un contacto semiconstante. Y me acordé de ella anoche. Nos escribió hace poco, está de vuelta en Los Angeles y vio en el diario que iban a dar en el cine el documental de Salvador Allende, decía en su mail que esperaba que el próximo documental chileno del que leyera en el diario fuera el nuestro. Espero yo también que así sea.

Fiestas Patrias

El año pasado, en esta misma época, estábamos celebrando el 18 de septiembre en Armenia. Aparte de comer una masa rellena de queso llamada hatchapuri (lo más cerca a una empanada que encontramos) y cantar el himno nacional izando una bandera, nuestro 18 pasó desapercibido. Además en esa misma fecha nos tocó harto trabajo ya que en Yereván se estaba llevando a acabo la reunión de armenios de la diáspora, un evento que convocó a mucha gente y que si no me equivoco se realiza cada cuatro años.
Celebrar las fiestas patrias fuera de Chile es como no celebrarlas. Una de las cosas buenas de ser un país isla es que tenemos la capacidad de enfrascarnos en nuestros problemas e incluso tener tiempo para discutir, con meses de antelación, si se declarará feriado un día en el que igualmente nadie iba a trabajar. El ambiente que se vive durante estas celebraciones es irrepetible, ningún feriado del año permite semejante capacidad de detener el tiempo y el espacio. Las personas se mentalizan en pasarlo bien y tratar de transgredir la mayoría de sus conductas alimenticias, etílicas y sus horarios del sueño. El entorno lo permite, si no celebras como Dios manda te arrepentirás y tendrás que esperar hasta el próximo año para aventurarte a festejar. El clima fiestero hace que nos volvamos aún más monotemáticos y por consecuencia de esto nuestros medios de comunicación tienen la licencia tácita de ser más miopes que de costumbre. Pero no quiero sonar aguafiestas, porque cuando se celebra el 18 fuera de Chile se extraña y mucho, yo creo que el tema pasa por disfrutar estas fiestas pensando siempre que Chile se inserta en un mundo en constante movimiento y si queremos reforzar nuestra identidad debemos conocer qué pasa más allá de nuestras fronteras. ¿Cómo saber qué nos hace chilenos si no nos comparamos (en el buen sentido de la palabra) con los demás? ¿Qué nos diferencia y cuáles son nuestras semejanzas? Parece que al final cuando uno abre un poco los ojos se da cuenta que las semejanzas son muchas más que las diferencias. Proyecto Cáucaso quiere invitar a esa reflexión, a tratar de mirar más allá de la cordillera y el mar para descubrir que lo que vemos como zonas y países extraños están más cerca de lo que creemos.
NANDO

Vale la pena

Hoy día hablaba con unos amigos sobre que haríamos si tuviésemos muuuucha plata. Frases como no trabajaría más o viajar todo el tiempo salieron a colación. Incluso me dijeron: “Por ejemplo tu Cata, imagínate que si tuvieses mucha plata podrías grabar un documental cada vez que quisieras y no tendrías que esforzarte en hacer actividades para reunir fondos y sacarlo adelante”

Obvio! Sería genial poder hacer eso, pero rápidamente recapacité. No sé si es tan bueno, ya que sacar algo a costa de esfuerzo te obliga a ser creativo, a trabajar con más dedicación, a armar redes e involucrar a más gente.

Este fin de semana tuvimos fiesta Cáucaso, la Fondeski. Es la cuarta fiesta realizada por Proyecto Cáucaso. Además hemos realizado dos conciertos de guitarra clásica. En cada uno de estos eventos buscamos no solo reunir fondos para seguir adelante con la post producción, sino que buscamos mantener el ambiente de espera para el estreno del documental.

No somos una productora de eventos. Cada actividad que organizamos y la hacemos pensando en la red de personas que se nos ha unido al proyecto y como compartir con todos un poco de lo que fue nuestra experiencia en el Cáucaso.

No es fácil. No siempre se tiene el éxito que se espera.

Claro que sería más fácil tener toda la plata del mundo y no depender de las actividades organizadas para seguir adelante.
Sería bastante más fácil si no dependiéramos de ganar fondos concursables para terminar la post producción

Pero cada uno de los esfuerzos que hacemos, nos permite fortalecer más el proyecto, hacerlo más coherente, nos permite darlo a conocer a quienes serán el público de nuestro documental y sobre todo, le da a Proyecto Cáucaso un valor incalculable.

Este miércoles se cumple un año desde que tomamos el avión rumbo a Armenia, nuestro primer destino. En ese entonces no sabíamos como se venía la mano. Atrás se había quedado la pre producción, ahí comenzaba la producción. Nos habíamos preparado lo mejor posible para esta segunda etapa, pero no sabíamos que la más desafiante sería la tercera, en la que nos encontramos hoy: la post producción.

Es difícil porque es la más lenta. Es la que requiere mayor trabajo y dedicación. Todo lo obtenido en los meses de grabación tiene que transformarse en un producto coherente, interesante y atractivo para quienes lo vean.

Un proyecto como el nuestro, no tiene financiamiento directo de nadie sino que se ha ido construyendo gracias a fondos concursables y al apoyo de quienes han creído en nosotros y nos han acompañado en las diversas actividades que hemos realizado.

Pero seguimos adelante.
Todavía nos queda la recta final.
Y si me pongo a pensar en lo que conversábamos hoy, de tener la plata para hacer todo más fácil, me quedo con la idea de sacar el proyecto como lo hemos hecho hasta ahora.

Cuesta.
No es fácil.

Pero llegará el momento que uno mire atrás y diga que valió la pena.

Por Cata

Proyecto Cáucaso Presenta: FONDESKI / SÁBADO 8 / 23.00 HRS. / KUHWISS / $ 3.000

ESTE SÁBADO 8 DE SEPTIEMBRE DESDE LAS 23.00 HRS.:
LA FONDESKI DE PROYECTO CÁUCASO!!!

DESEMPOLVE LA BANDERITA CHILENA...EL TRAJE DE CHINA...LA CHUPALLA HUASA...Y PREPARE EL ZAPATEO PARA ESTE SÁBADO 8 DE SEPTIEMBRE: ¡¡¡¡¡¡TODOS INVITADOS A LA FONDESKI DE PROYECTO CÁUCASO!!!!!!! NO SE PIERDA EL GRAN EVENTO CON EL QUE PROYECTO CÁUCASO DA EL VAMOS A LAS CELEBRACIONES DIECIOCHERAS!!!!!

POR 3 LUCRECIAS, Y EN EL KUHWISS DE SIEMPRE, HAREMOS UN NASDAROBIA, ESTA VEZ CON VODKA Y VINO TINTO!!!!
¡¡¡¡¡LOS ESPERAMOS!!!!
Pd. ¡Exija el ágape ad hoc!