Anecdotario Proyecto Cáucaso

Arcadi


Arcadi es taxista. Pasó temprano por nosotros a nuestro departamento en Yereván. El destino, Tbilisi, capital de Georgia, nuestra segunda ciudad en el itinerario. Era una mañana soleada, de colores pasteles como toda Yereván, eso si, con una brisa que servía para despertar y asumir (después nos daríamos cuenta) que dejábamos atrás la ciudad de Cáucaso donde todavía se ve más fuertemente la influencia soviética, no sólo en su gente sino que en su arquitectura.

Nos despedimos de Nareg nuestro amigo, personaje, traductor y guía en Armenia, fue la primera vez que dejó que las mujeres le dieran UN beso en la mejilla. Subimos al Opel (estoy casi seguro que era un Opel) con patente georgiana. No se veían muchos autos como ese en Yereván, los Mercedes Benz y Ladas predominaban en todas las caóticas avenidas de la capital armenia.

Nosotros hablamos español e inglés, Arcadi ruso y georgiano. Todos hablábamos con dibujos y gestos, aunque no hubo necesidad de hablar sino hasta después que cruzamos la frontera y estábamos en Tbilisi. Arcadi, (nuca supimos por qué), nos cobró más dólares de lo acordado, estacionó el auto en la berma y nos explicaba que quería más dinero. Nosotros por supuesto queríamos entender por qué. Ahora mirando hacia atrás con la perspectiva del tiempo se podría explicar como un “subsidio al silencio”, claro! Pobre hombre con cuatro chilenos en un viaje de varias horas sin poder darse a entender. ¿Quién no hubiese cobrado su subsidio?

Por favor no vayan a creer que Arcadi es algo así como un tipo malo o aprovechador, al contrario, era muy amable y risueño incluso cuando vio que nuestro equipaje era dos veces más grande que la maleta de su auto…no sabemos como se las ingenio para meterlo todo sin que nada sufriera. No hay que sorprenderse, es esta misma gente la que ha sobrevivido por miles de años a invasiones, guerras, conflictos, desilusiones y tristezas, entonces por qué habrían de preocuparse por unas mochilas pesadas y grandes que podían dañar su auto, hay cosas peores y él lo sabe.

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