La hora del te

¡Qué manera de tomar té en el Cáucaso!
Especialmente en Azerbaiyán.

Donde fuera que llegáramos nos ofrecían una taza de té. Prácticamente todos los entrevistados nos ofrecían té antes de las entrevistas. Té que que el camarógrafo tenía que tomarse rapidísimo -con riesgo de quemarse- o tomarse helado después de la larga sesión de conversación.

Lo mejor era que un gran número de las veces el té venía acompañado de chocolates. Uhmmm... rico, rico.

Las mejores veces fueron unas entrevistas a las que fuimos solos Cristóbal y yo mientras Nando y la Cata andaban haciendo otras grabaciones.
El director del Museo del Genocidio en Armenia nos tenía fruta, panes dulces, té y chocolates con cereza. Y teníamos que comer de todo, porque insistían! y bueno.. si la gente insiste, era de roto no comer, ¿no?
En Bakú (Azerbaiyán) tuvimos que ir a hacer dos entrevistas. En la primera, en la mañana, nos dieron té y una barra de chocolate tipo Sahne Nuss. Ideal para el día, porque había estado lloviendo antes. Nando y la Cata estaban en la calle, mojándose. En la tarde, siguieron en la calle haciendo videocabinas, y con Cristóbal fuimos a otra entrevista, el día estaba nublándose de nuevo y en esa oficina nos esperaban con más té y muchos chocolates de distintos tipos.

Es una buenísima costumbre, que deberíamos adoptar acá. Juntarse en torno a una taza de té y una barra de chocolate, pruébenlo, la mezcla queda exquisita y les aseguro que les va a gustar. Como chocolate sirve cualquier tipo. Había teterías donde pasábamos donde nos daban snikers trozados, y otras donde era con una barra de chocolate de leche partido en pedacitos. La mezcla de trozos de chocolate blanco y negro queda muy buena.

Pruébenlo, no se van a arrepentir.

Pola

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Fue tanto el té que tomamos, que a la vuelta de viaje tuve que ir al dentista porque un diente se me había manchado. Me veía linda!!!

saludos
Cata

valeria dijo...

Yo creo que sólo en stgo el chileno no es hospitalario. En el sur nunca falta el matecito o el asado al palo, y en el norte el juguito y la sombra para refrescarse.

Anónimo dijo...

Una mezcla hospitalaria que nos dieron, pero extrañísima fue sandía con cerveza. ¡¡Rarísimo!! Ah! y con café turco al terminar. Eso sí que no sé si se los recomiendo.

Anónimo dijo...

Así que llamando a golosear srta. Pola!!!!!! En un Chile con serios problemas de sobrepeso!!! Jajajajaja...no, en serio, los mejores eran los que venían con snickers incluidos.

cristobal

Anónimo dijo...

mmmm que rico!!!! que ganas de un chocolate!!!
Con este frio, ser bienvenida con un chocolate no nos vendría nada de mal.

Saludos,
Lore