Observaciones urbanas

Siguiendo la onda urbana de mi post anterior, quería comentar algunas cosas que me llamaron la atención en el Cáucaso.

En el post anterior les comenté como el dinero del petróleo ha comenzado a notarse en Bakú, Azerbaiján. Crece día a día, y se nota!. De verdad aparecen edificios nuevos todas las semanas. Y como pudimos observar las regulaciones de construcción no son muy estrictas, por no decir inexistentes, y eso permite que nuevas construcciones aparezcan como si fueran hechas de cartón piedra. Y es un poco así. Sin ser arquitectos ni estudiosos del tema, solo como simples observadores pudimos constatar como las construcciones no parecen de buena calidadEsto lo pudimos chequear al conversar con un arquitecto, quien nos confirmó que efectivamente Bakú carece de toda planificación y regulación. Mientras más supe del tema, mientras más grabamos sobre eso, más sensación de inseguridad me dio. La última semana tuve la sensación que si temblaba, la ciudad se caería sin oponer demasiada resistencia, y eso me angustió un poco.
Una periodista que conocimos allá, nos contaba como su departamento nuevo ya perdió parte del techo. La humedad había hecho que una buena porción del techo se haya descascarado y caído. Y eso que su departamento era de los caros y de supuesta buena calidad.

Otra cosa que nos llamó mucho la atención en el Cáucaso, es la carencia de cuidado de los espacios comunes. Las cajas de las escaleras, los accesos a los edificios, los pasillos y ascensores son tierra de nadie. Los edificios tienen accesos curiosos, no existe el conserje, ni el hall de acceso. Uno entra por lo que parece la puerta trasera y no la principal, además hay que agregar a este panorama la basura, que como observamos, en varios lugares se acumula en el patio o simplemente al lado de la entrada.
Es extraño, porque este panorama se ve contrastado con los departamentos que al interior muchas veces son modernos y bien cuidados. A veces se puede encontrar algún pasillo más arreglado o pintado, pero eso es por la simple coordinación entre los vecinos de ese piso ya que en general lo usual es que con suerte la entrada tenga luz.

Por último, lo que tampoco se observa en estas capitales, es la plaza. Es espacio donde el pasto y el maicillo conviven. La plaza que aquí en Chile es abundante, pequeña, pero abundante. Esos escasos metros, que si alcanza el presupuesto municipal están adornados con juegos infantiles. Esa plaza, con aunque sea un par de metros cuadrados de pasto ordenadito y bien cortado, en el Cáucaso no existe. Igual es entendible, hay otras prioridades. Árboles hay, no crean que todo era cemento, pero esa alfombra verde en medio de la ciudad, que llama a echarse un rato a descansar después de almuerzo no se encuentra. Debe ser herencia soviética, de todas maneras.
Me pregunto ¿y los abuelitos que le echan migas a las palomas? ¿Existirá la costumbre allá?

Por Cata

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que increible lo de las construcciones, más que mal estamos hablando de la vida de todas esas personas las que está en juego.
Esos lugares me imagino que no son muy telúricos, ¿cierto?

Una pregunta para ustedes... ¿Dónde salían los niños a jugar los fines de semana? ¿O eso tampoco es posible verlo por esos lados?
Cuando dicen: "podríamos salir a alguna parte" ¿Qué lugares tenían?

Un abrazo


Maida

Anónimo dijo...

Familia Cáucaso: Me asalta la misma inquietud que a Maida, ¿dónde van los niños?.
En el caso de los más viejos: Los hombres, en los boliches tomando té o café. Las mujeres, en sus casas.
Pero... ¿qué pasa con los jòvenes y los niños?
Un beso. Paulina

valeria dijo...

¿Son puros dptos o tb hay casas? Quizás la costumbre es que los niños jueguen en sus patios y no en lugares comunes... digo yo...

Anónimo dijo...

Maida, sí, son MUY telúricos. Me parece que casi al mismo nivel de Chile. Así que nadie entiende mucho porqué no se preocupan de las contrucciones.

¿Dónde van los niños? No me acuerdo de haber visto muchos niños.... Pero los que recuerdo, jugaban en la calle principal/cuasi plaza que estaba en el centro en Azerbaiyán a dar vueltas en unos autitos eléctricos. Una vez vimos un niño vestido de terno andando en esos autos, jejejeje. Y una niñita casi me atropelló otra vez. Pero no me acuerdo de más... Uhmmmm... qué raro.... quizás no habían.....

Anónimo dijo...

La verdad es que la cosa estaba bastante cargada a los edificios. Así que en sus patios no jugaban. Y concuerdo con la Pola, no me acuerdo de haber visto muchos niños jugando. En Armenia y Azerbaiyán un poco más. Pero en espacios de cemento, no en plazas ni en juegos infantiles. Super raro la verdad. Ahora que escribí el post me di cuenta del hecho. No me lo había cuestionado antes.